jueves, 28 de diciembre de 2006

Felicidades, Pío


Hoy cumpliría años.
Nos felicitamos por leerle, aunque sea las migajas.



Carta de Pío Baroja a Benito Pérez Galdós

Mi querido maestro:
He recibido las cartas para Estévanez y León y Castillo. Se lo agradezco a usted muchísimo. Ya que me brinda usted tan cariñosamente, si necesito alguna otra recomendación, le molestaré a usted de nuevo, desde París.
No sé a punto fijo lo que haré allí. El ánimo que llevo es poco y no podré hacer grandes habilidades, pero intentaré.
Ya me figuro yo que los españoles no
podemos hacer nada en Francia, porque su manera de ser y su ambiente es hostil a nosotros; pero es el único sitio próximo por donde podemos acercarnos a la civilización.
Dispénseme Vd. que escriba de una manera dan deslavazada, pero en este aire tan banal, en esta vida vegetativa de San Sebastián, que lo único que tiene de intelectual es la vanidad, el cerebro se queda a oscuras.
Es de Vd. Afectísimo
Pío Baroja
San Sebastián 14 de setiembre 1905

martes, 26 de diciembre de 2006

Poema de Navidad




Y la vida es misterio,la luz ciega


y la verdad inaccesible asombra;


la adusta perfección jamás se entrega


y el secreto ideal duerme en la sombra.




Por eso ser sincero es ser potente;


de desnuda que está, brilla la estrella;


el agua dice el alma de la fuente


en la voz de cristal que fluye de ella.




Tal fue mi intento, hacer del alma pura


mía, una estrella, una fuente sonora,


con el horror de la literatura


y loco de crepúsculo y de aurora.




Del Crepúsculo azul que da la pauta


que los celestes éxtasis inspira,


bruma y tono menor -¡toda la flauta!-


Y Aurora, hija del Sol -¡toda la lira!-.




Pasó una piedra que lanzó una honda;


pasó una flecha que aguzó un violento.


La piedra de la honda fue a la onda,


y la flecha del odio fuese al viento.




La virtud está en ser tranquilo y fuerte;


con el fuego interior todo se abrasa;


se triunfa del rencor y de la muerte,


y hacia Belén... ¡la caravana pasa!




Rubén Darío

domingo, 24 de diciembre de 2006

Para comenzar

Quien busca, al final,
encuentra