martes, 29 de abril de 2008

Los niños de Terezin

Ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial: los nazis convirtieron la ciudad checa Terezin, Theresienstadt, en una estación de tránsito donde los judíos fueron internados antes de su exterminio.


En el campo de concentración de Terezin más de 15.000 de los prisioneros fueron niños de 7 a 13 años. Sólo 100 de ellos pudieron escapar de la muerte.Se dispone de alrededor de 4 mil dibujos pintados por los niños en su confinamiento, así como de algunos de sus poemas, diarios, escritos. Una memoria que se creyó de un pasado abominable y que, al día de hoy, se torna en símbolo de la memoria del porvenir: un futuro, cuyo presagio se ha visto cumplido en la repetición de una masacre infame en la escuela de Beslan. Un crimen contra la humanidad que dota a la desesperanza de una nueva dimensión. Un mayor retroceso, si cabe, en la evolución humana. Una vuelta hacia el mundo de las bestias, donde la injusticia y la guerra se vengan en primer lugar con el asesinato a sangre fría de los seres más inocentes:niños reducidos a cenizas por las mismas llamas que les prometieron una vida eterna.





La máxima expresión de la ignominia, dibujada en la candidez colorida de los infantes de Terezin: niños capaces de pintar un sol sonriente y una naturaleza verde intacta pese a ver a la muerte desplegar su guadaña. El semblante de la depravación, trazada en la ingenuidad de losescolares de Beslan que no imaginaron su primer día de clase como el último de su existencia.





“Estoy aún aquí, soy aún un ser vivo, mientras mi amiga yace ya al otro lado. No sé si habría sido mejor que la muerte me hubiese llevado con ella. No, no, Dios mío, si lo que queremos es vivir. No te está permitido diezmar,queremos morir después de una mañana mejor, una vez el trabajo haya sidodemasiado.”




Son palabras traducidas libremente de un poema de Eva Pickova, asesinada a los 13 años de edad en Terezin. Palabras que no alcanzaron a escribir cientos de niños en Beslan.



Elisa Rodríguez Court